El informe resalta la urgencia de aplicar Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) como herramienta de atención inmediata en situaciones de crisis o eventos traumáticos

El Movimiento Vinotinto presentó un informe sobre las secuelas psicológicas que dejó el proceso electoral del 28 de julio de 2024 en periodistas, defensores de derechos humanos, testigos de mesa y líderes sindicales de los estados Lara y Yaracuy. 

Durante una presentación virtual del informe, el 15 de julio, la organización informó que muchos de los afectados no solo han visto comprometidos sus espacios laborales y de activismo, sino también su salud mental y bienestar emocional.

Para realizar este estudio, la organización entrevistó a personas en Yaracuy y Lara. La mayoría de los encuestados reportaron sentir más agotamiento de lo habitual, así como síntomas asociados al estrés, la ansiedad y el trauma emocional.

Los datos

El Movimiento Vinotinto aplicó un cuestionario de 10 preguntas para evaluar el estado emocional de defensores de derechos humanos, periodistas, líderes sindicales y testigos de mesa. Las respuestas, desglosadas por género, revelan que mujeres y hombres comparten síntomas comunes como ansiedad, agotamiento e inquietud, aunque con matices y diferencias en algunos puntos clave.

La sensación de nerviosismo ante la situación actual del país fue reportada por un alto porcentaje en ambos géneros: 70,6% de las mujeres y 71,4% de los hombres dijeron sentirse nerviosos. Asimismo, la tensión o inquietud frecuente fue reportada por 58,8% de las mujeres y 57,1% de los hombres.

Una mayoría también señaló que se les dificulta realizar actividades que solían hacer antes del 28 de julio (64,7% de las mujeres y 64,3% de los hombres) y que tienen problemas para concentrarse en sus rutinas diarias (70,6% y 71,4%, respectivamente).

Sin embargo, el agotamiento emocional muestra una mayor carga en las mujeres: 76,5% dijeron sentirse más cansadas de lo habitual, frente al 57,1% de los hombres. En cuanto a la percepción de poder transformar su realidad, las respuestas se mantuvieron similares: 58,8% de las mujeres dijeron que sí, frente al 64,3% de los hombres.

Otro dato relevante es que aproximadamente un tercio de los encuestados considera sentirse más seguro estando aislado de su entorno habitual, sin diferencias significativas entre géneros (35,3% mujeres, 35,7% hombres). En cambio, la frustración inexplicable fue levemente mayor entre las mujeres (70,6%) que entre los hombres (64,3%).

Ambos grupos señalaron sentir desgaste rápido en contextos sociales o familiares (64,7% en mujeres y 64,3% en hombres). Pero una diferencia importante se evidenció en cuanto a la percepción de seguridad en espacios sociales: el 70,6% de las mujeres se sienten menos seguras en redes sociales, mientras que entre los hombres la inseguridad se divide por igual entre redes (50%) e interacciones presenciales (50%).

La importancia de los PAP

El informe resalta la urgencia de aplicar Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) como herramienta de atención inmediata en situaciones de crisis o eventos traumáticos. A diferencia de la terapia psicológica tradicional, que requiere formación profesional y puede extenderse por semanas o meses, el PAP se enfoca en brindar apoyo emocional en el corto plazo. No requiere conocimientos clínicos especializados y puede implementarse incluso por personas no expertas, siempre que se actúe con empatía y respeto.

El PAP busca reducir la intensidad emocional del momento, ofrecer contención y estabilizar a la persona afectada. Algunas de las estrategias recomendadas incluyen la escucha activa —acompañar sin presionar, incluso en silencio—, hacer preguntas simples que permitan validar emociones, enseñar técnicas de respiración profunda para inducir calma, y promover ejercicios de visualización guiada que ayuden a la persona a desconectarse temporalmente de la angustia.

Además, el Movimiento Vinotinto sugiere fomentar prácticas de autocuidado como establecer límites en horarios laborales, permitirse momentos de ocio o descanso, mantener una dieta balanceada en la medida de las posibilidades del contexto venezolano y realizar actividad física de forma regular.

En palabras de la organización, “estas personas vienen no de uno sino de varios eventos trascendentales a nivel emocional”.

Principales técnicas usadas para quebrar la salud mental de la sociedad civil

El informe también identificó las principales técnicas utilizadas por actores del poder para afectar psicológicamente a miembros de la sociedad civil en Venezuela. Estas prácticas, según diversos enfoques de la psicología y la sociología crítica, no solo generan daño individual, sino que buscan debilitar el tejido colectivo de resistencia. En el texto se cita a diferentes expertos de talla mundial que en el pasado han explicado las consecuencias de estas técnicas.

Una de las técnicas más frecuentes es la “intimidación directa y simbólica”, que se manifiesta a través de allanamientos, presencia de fuerzas armadas, vigilancia digital o detenciones arbitrarias. Según el psicólogo social estadounidense Philip Zimbardo, la exposición constante a amenazas físicas o simbólicas genera estados de hipervigilancia y ansiedad anticipatoria. En contextos autoritarios, estas prácticas tienen el objetivo de desestabilizar emocionalmente a las personas y enviar un mensaje colectivo de control y castigo.

Otra técnica señalada en la investigación es la “criminalización de la protesta”. La represión a la libertad de expresión y la persecución a quienes alzan la voz forman parte de lo que el sociólogo Boaventura de Sousa Santos denomina “epistemicidio político”: la eliminación sistemática del pensamiento disidente. Este tipo de represión genera culpa internalizada, frustración crónica y afecta la autoestima.

“La vigilancia digital y la exposición en redes sociales” también tienen efectos profundos. El monitoreo constante y la amenaza de represalias por publicaciones generan lo que la psicóloga Sherry Turkle describe como la fragilidad del yo conectado. En su libro “Alone Together”, Turkle advierte que la exposición digital sin garantías de privacidad puede provocar paranoia social, aislamiento emocional y desconfianza generalizada.

Finalmente, el informe advierte sobre los efectos del “aislamiento forzado y la ruptura de redes”, como los despidos, desplazamientos o estigmatización. El psicólogo comunitario Isaac Prilleltensky señala que la “injusticia relacional” —la imposibilidad de sostener vínculos seguros y de apoyo— es una fuente profunda de sufrimiento psicosocial. Esta técnica busca desmantelar la capacidad colectiva de resiliencia, provocando soledad, desesperanza y pérdida de sentido.

Cuidar a quienes defienden derechos

El trabajo de defensores de derechos humanos, periodistas, líderes sindicales y testigos electorales es fundamental para promover la justicia y la equidad en las sociedades. Sin embargo, este compromiso con frecuencia conlleva altos niveles de estrés y riesgo, lo que hace que el cuidado personal y el apoyo psicosocial sean vitales para su bienestar integral.

El Movimiento Vinotinto cierra su informe con una serie de recomendaciones clave dirigidas tanto a organizaciones como a redes de apoyo de la sociedad civil:

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país

FUENTE: Redacción Runrun.es